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Fondos para “soluciones” insustentables: financiamiento climático alemán al sector de los residuos en el Sur Global

Published

01 Dec 2016

Written by

Joan Marc Simon

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(Versión en español no oficial, elaborada por una de las autoras del artículo. El artículo se encuentra publicado en Inglés y en Alemán)

Organizaciones no gubernamentales (ONG) de la red de GAIA en todo el mundo han alertado que la Cooperación Alemana para el Desarrollo, a través de la GIZ (Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit und Entwicklung), ha estado involucrada en propuestas para el sector de los residuos que estimulan las opciones menos amigables con el medio ambiente, incluyendo tecnologías como co-incineración de residuos y Combustible Derivado de Residuos (CDR) en hornos de cemento. Esto es muy preocupante, especialmente porque Alemania está reportando estas actividades como financiamiento climático. GIZ, en particular, parece estar jugando un papel muy contraproducente en los planes de desarrollo para el sector de los residuos en el Hemisferio Sur, al impulsar potencialmente la inversión en financiamiento climático hacia actividades que en realidad aumentan los gases de efecto invernadero (GEI), e impactan severamente la salud y los ecosistemas de comunidades locales y vulnerables.
Aunque en algunos casos la inversión de la GIZ en el sector de los residuos se utiliza para promover tecnologías sostenibles a pequeña escala, como las plantas de biogás en Bangladesh (descrito más adelante en este artículo), la mayor parte de la denominada financiación para el clima va hacia proyectos de grandes capitales, los cuales perjudican los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La quema de residuos en cementeras – una falsa solución para el cambio climático

La industria del cemento contribuye de manera importante al cambio climático: el estudio denominado “Carbon Majors” listó a los fabricantes de cemento como los únicos no productores de combustibles fósiles que se encuentran entre las 90 primeras compañías responsables del 63% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. La producción de cemento, el segundo producto más consumido en el mundo después del agua, es uno de los procesos industriales de más alto consumo energético. La industria del cemento en todo el mundo, por tanto, se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

El sector del cemento justifica el uso de residuos y biomasa como combustible por dos razones principales. En primer lugar, sostiene que el uso de “residuos” implica menos emisiones de gases de efecto invernadero, ya que considera que el balance de carbono liberado es en parte neutral – aprovechando el mito del carbono neutral de la biomasa. En segundo lugar, afirma que el uso de los residuos reduce las emisiones de gases de efecto invernadero de los rellenos sanitarios, donde presumiblemente los residuos terminan si no se utilizan como combustible en el proceso de producción de cemento. Si bien en parte puede ser cierto que los rellenos sanitarios son una opción de gestión de residuos generalizada en el Hemisferio Sur, esto no implica que quemar los residuos es en cambio la opción baja en carbono, libre de tóxicos, o la solución para el uso eficiente de los recursos que se requiere para hacer frente a los desafíos ambientales actuales.

La incineración de residuos y los combustibles “alternativos” no sólo no reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y tóxicos, sino que en realidad los aumentan, especialmente cuando se utilizan ciertos tipos de residuos peligrosos industriales o ciertos tipos de plásticos como combustible. Las fábricas de cemento no tienen los medios para filtrar metales pesados volátiles (mercurio, talio, cadmio, etc.) que están presentes en el coque de petróleo y residuos, ni pueden filtrar las emisiones tóxicas con contaminantes orgánicos persistentes (COPs, POPs por sus siglas en inglés), como dioxinas y furanos (PCDD / PCDF), que están prohibidos por el Convenio de Estocolmo. Los COPs constituyen una amenaza mundial para la salud humana y el medio ambiente debido a sus características específicas. Son tóxicos y persistentes en el medio ambiente, pueden viajar largas distancias y se acumulan en la cadena alimentaria. Como Alemania es signatario del Convenio de Estocolmo, cualquier promoción de las principales fuentes de generación de COPs, como la incineración de residuos, es contraria a la intención de la Convención.

El impacto significativo de la contaminación resultante se ha dejado sentir en primer lugar y de la peor manera en las comunidades aledañas a los hornos de cemento y plantas impulsados por la energía de los residuos, donde han pasado factura enfermedades respiratorias, enfermedades de la piel, pérdida de cultivos, y accidentes de trabajo fatales. En 2015, la investigación científica comenzó a prestar atención a esta situación y apareció con resultados reveladores en lo que respecta a las tasas de cáncer cerca de las fábricas de cemento, así como el mapeo de los conflictos ambientales relacionados con la incineración de residuos en plantas de cemento.

Pero aparte de la contaminación del aire, uno de los impactos negativos de la incineración de residuos es la subversión de la jerarquía de residuos, los criterios de sostenibilidad de las políticas de mitigación del cambio climático y de la gestión de residuos. La contribución del sector de los residuos a la reducción de emisiones de GEI tiene un enorme potencial cuando se da apoyo a los niveles más altos de la jerarquía de residuos – incluyendo la reducción, la reutilización, el reciclaje, el compostaje, la generación de biogás, el consumo y la producción sostenibles – siendo un elemento de transformación fundamental en el desarrollo de una economía baja en carbono. Esto es especialmente cierto en el Hemisferio Sur, donde el 1% de la población se gana la vida en el sector informal de reciclaje y necesitan un apoyo adecuado para operar en condiciones de trabajo seguras. Invertir en quemar materiales no sólo tiene impactos ambientales negativos, sino también impactos negativos en ámbitos sociales y de desarrollo.

El apoyo de GIZ a la incineración de residuos en cementeras en el Sur Global

GIZ es un actor clave en la cooperación alemana para el desarrollo, así como en el financiamiento climático. De 2010 a 2014 la GIZ ha puesto en marcha una cuarta parte de los 9,65 millones de euros reportados como financiación para el clima por Alemania en 864 proyectos, lo que lo convierte en el segundo mayor implementador después del Banco Alemán de Desarrollo KfW. Mitigación – categoría donde se pueden localizar los proyectos de gestión de residuos – constituye un tercio de los proyectos ejecutados por la GIZ. Si bien una lista completa de todos los proyectos de residuos considerados como financiamiento climático no está disponible, una búsqueda en la base de datos de proyectos climáticos financiados por Alemania muestra 13 proyectos que están claramente relacionados con la gestión de residuos. Por lo tanto, la gestión de residuos desempeña un papel relativamente pequeño en el financiamiento climático. Sin embargo, el proyecto de asesoramiento de GIZ en conceptos para la gestión sostenible de los residuos (ver aquí la base de datos de proyectos), que en su fase actual comenzó en el año 2014, tiene a los residuos para energía como uno de los cuatro temas centrales que dan una indicación de su creciente relevancia dentro de la GIZ.

Participación de GIZ en la implementación del financiamiento climático alemán (2010-2014)

Fuente: Base de datos de proyectos en www.deutscheklimafinanzierung.de
Fuente: Base de datos de proyectos en www.deutscheklimafinanzierung.de

Poner números concretos para el compromiso de la GIZ en el sector de los residuos también es difícil. No es posible identificar la cantidad exacta de fondos para el tratamiento de residuos aportados por GIZ, como se informa en la misma categoría para el agua y el saneamiento. De acuerdo con la base de datos de proyectos GIZ, 93 proyectos se financian actualmente bajo la categoría de “agua y saneamiento / tratamiento de residuos” con un volumen financiero de 641 millones de euros. Sin embargo, GIZ ha sido identificada como una institución europea clave que promueve la incineración de residuos en plantas de cemento en el Sur Global, y que ha hecho saltar las alarmas entre las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el sector de los residuos y políticas climáticas. Lo más importante, GIZ ha promovido la incineración de residuos en los países en desarrollo como una estrategia de mitigación del cambio climático, en muchos casos en el contexto de las Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación (NAMA). En 2015, Basura Cero Europa en colaboración con GAIA América Latina y GAIA India publicaron 3 estudios de caso sobre las NAMA en el sector de los residuos. Los resultados mostraron que la GIZ estuvo involucrada en estos proyectos y por lo tanto promotor de actividades contaminantes en el sector de los residuos. Estudios de casos de diferentes países, incluyendo éstas y otras actividades a continuación descritas, proporcionan una visión general de algunos hallazgos hechos hasta el momento.

América Latina

La gestión de residuos sólidos es el tercer o cuarto mayor contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero en varios países de América Latina, y esta cifra sigue aumentando. El desarrollo de políticas sostenibles para el sector de los residuos se ha convertido en una prioridad cada vez más importante para varios países de la región, con un fuerte enfoque en la reducción de emisiones en el sector de los residuos. En este contexto, la cooperación internacional a través de los instrumentos de financiación del clima se vuelve especialmente relevante.

República Dominicana: GIZ ha promovido planes para la incineración de residuos en plantas de cemento en este país a través del proyecto “Apoyo a la implementación del Plan de Desarrollo Compatible del Clima de la República Dominicana (CCDP)” en los sectores de cemento y residuos, encargado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear (BMUB) (ver aquí la base de datos del proyecto). Esto está destinado a sentar las bases de una NAMA en el sector de los residuos. Por otra parte, la GIZ apoyó un seminario en la República Dominicana sobre los beneficios de la co-incineración en 2014, junto con la Fundación CEMA con sede en España, que es bien conocida por su campaña de lavado verde para la industria del cemento, según la Red Española contra la incineración en plantas de cemento y por Basura cero.

México: GIZ ha promovido activamente la incineración de residuos en plantas de cemento, a pesar de la larga lista de casos de contaminación aguda vinculados a ellas. En 2015, la GIZ co-organizó el Foro Internacional “Valoración energética de los residuos urbanos “, que recibió fuertes críticas de 9 ONG ambientales de México, incluidas las ONG locales que afirmaban que “el mensaje principal de esta conferencia es la reforma de la legislación existente para facilitar el camino para los proyectos de incineración o de conversión de residuos en energía”. Detrás de la organización del Foro hay un programa llamado Aprovechamiento Energético de Residuos Urbanos (ver aquí en la base de datos de proyecto), con la participación de GIZ y organismos gubernamentales de México. El programa busca “promover el uso del potencial energético de los residuos municipales con el fin de” contribuir a la seguridad energética “, y considera explícitamente la incineración y co-incineración”.

Asia

En el lado positivo, la GIZ es un líder mundial en la financiación y ejecución de muchos proyectos beneficiosos en apoyo a los países de Asia para mitigar y/o adaptarse al cambio climático o proteger su biodiversidad única. En el lado negativo, la GIZ también está integrando la formulación de instrumentos económicos, tales como feed-in-tariffs*, para la incineración de residuos para energía, favoreciendo así esta práctica contaminante.

Bangladesh: Como un ejemplo positivo, a través del programa de eficiencia energética y energías renovables (ver aquí en la base de datos de proyecto) GIZ apoya el establecimiento de 1.500 plantas de biogás que ahora se utilizan para proporcionar energía para la cocina doméstica. Esto contribuyó a la reducción de los impactos adversos para la salud causados por la quema de biomasa, utilizando residuos orgánicos de mataderos, de la industria de los lácteos y la avícola para generar energía de biogás y abono libre de patógenos seguro para la agricultura.

India: La India ha elegido los residuos como un sector para la intervención en su INDC y NAMA y GIZ lamentablemente ha adoptado la incineración de “residuos para energía” (WTE) como un elemento central de estas propuestas. A través de los documentos, intervenciones públicas y papers de políticas llevados adelante, la GIZ parece promover la exportación del modelo de gestión de residuos de Alemania de los años 1980 y 1990, es decir, soluciones técnico-entusiastas excesivamente centradas en la incineración de residuos. Esto se hace sin tener en cuenta el contexto social y político en la India o el desarrollo de políticas de la UE en la agenda de los recursos, los residuos y la economía circular de los últimos años, que se están moviendo lejos de la incineración. Lejos de reconocer que Alemania está, de hecho, viéndose obligado a importar los residuos procedentes de Europa del Sur para alimentar la sobrecapacidad de incineración en el país, los consultores de la GIZ hacen referencia a lo “bueno” de la incineración en India, promocionándola engañosamente como un éxito.

Por otra parte, los miembros de GAIA de la región de Asia Pacífico apuntan al alto contenido de humedad de sus residuos y su falta de idoneidad para el tratamiento térmico de éstos en su región, que es un área especial de preocupación en relación con el financiamiento climático internacional bien orientado hacia la energía renovable y la gestión de residuos. Con la colaboración de Monitoreo Ambiental Comunitario (CEM), GAIA publicó el informe ” Problemas Concretos” sobre las emisiones de las plantas de cemento en la India, criticando la actual co-incineración de residuos peligrosos en las industrias del cemento. El informe sirvió de base para una petición ciudadana privada en la Corte Ambiental de la India, (Tribunal Verde Nacional) en septiembre de 2015. La petición pasará a desafiar a las directrices de co-incineración de la Junta Central de Control de la Contaminación de la India, que permite la co-incineración de residuos municipales y peligrosos en plantas de cemento.

Necesidad urgente: cambiar los patrones de financiamiento lejos de los “residuos para energía”

Aunque se necesita más investigación, los resultados hasta ahora muestran que la GIZ, en asociación con la industria del cemento, es responsable de promover prácticas industriales que son falsas soluciones al cambio climático, causando grandes emisiones tóxicas que contaminan el aire y por lo tanto afectar la salud humana, el medio ambiente y el clima.

En nombre de nuestra red internacional GAIA y del movimiento por la justicia climática, exigimos un cambio en la política de las instituciones públicas y las industrias globales que promueven la quema de residuos como “combustible alternativo”. En cambio, deben defender la protección de la calidad del aire en países clave, la eficiencia de los recursos y las estrategias de Basura Cero que pueden ofrecer beneficios mucho más altos para el clima, aumentar la resiliencia de la economía local y mejorar los medios de vida en el sector del reciclaje.

GIZ debería por lo tanto:

• garantizar la rendición de cuentas en sus inversiones de colaboración al desarrollo y la financiación climática para el sector de los residuos en todo el mundo. GIZ debe revisar de manera crítica la contribución del sector de los residuos a la mitigación del cambio climático y el desarrollo sostenible en los países receptores.

• garantizar que el financiamiento climático impulse la transformación positiva de bajo carbono en el sector de los residuos. Esto significa retirar el apoyo a la incineración “de residuos para energía” y apoyar soluciones alternativas limpias y seguras basadas en energías renovables, eficiencia energética, así como el tratamiento de residuos, de acuerdo con la jerarquía de residuos.

Autores:

Magdalena Donoso, GAIA América Latina
Mariel Vilella, Zero Waste Europe/GAIA
Pratibha Sharma, GAIA India
Jane Bremmer, GAIA Asia Pacífico

Sabine Minninger, Pan para el Mundo/Brot für die Welt
Christine Lottje, Website www.germanclimatefinance.de